domingo, 21 de octubre de 2007

Ser de izquierdas


Es soprendente lo fácilmente que la gente se declara de derechas pero lo que cuesta declararse de izquierdas. Mucha gente, aunque tenga principios de izquierdas y actúe en base a ellos tiene miedo a llamar las cosas por su nombre y prefiere quedarse en un limbo conceptual a ostentar tan pesada etiqueta.
A menudo me pregunto por el origen de ese miedo y por el hecho de que tanta gente utilice un tono despectivo para referirse al ser de izquierdas, mientras que los de derechas andan con la cabeza bien alta.
Y me lo pregunto porque no veo que haya que avergonzarse por ser de izquierdas, al contrario, veo más lógico enorgullecerse, pues supone vivir de acuerdo a unos principios que considero bastante buenos.

Por si alguien no tiene muy claro en qué consiste, reproduzco unas palabras de Mª Teresa Fernández de la Vega, Vicepresidenta del Gobierno, acerca de ello. Para nuestra Vicepresidenta, ser de izquierdas hoy consiste en "defender valores tan concretos como la solidaridad y la justicia social. Consiste en hacer que los países crezcan económicamente, pero también en hacer partícipes de los beneficios de esa riqueza al mayor número posible de ciudadanos. Consiste en hacer que los derechos humanos, cuyo reconocimiento es ya universal, sean una realidad universal. Consiste en que las oportunidades, al igual que los derechos, sean también universales. Consiste en desterrar la idea de que la injusticia es una cuestión de mala suerte. Los millones de hombres y mujeres que padecen la miseria no tienen mala suerte, son víctimas de una situación injusta. Y la justicia es un asunto de hombres y mujeres que creen en la igualdad esencial de todas las personas, que creen que todos tenemos el mismo derecho a ser dueños de nuenstra vida, con independencia de la raza, de la religión, del lugar de nacimiento o del sexo".

Después de leer esto, creo que ser de izquierdas es para llevar la cabeza bien alta.

[A raíz de la entrevista a María Teresa Fernández de la Vega publicada hoy en El País Semanal]



1 comentario:

Anónimo dijo...

Y sí te crees todas esas sandeces del vicepresi, es para volver a bajarla