miércoles, 3 de octubre de 2007

Birmania (o Cómo la ONU apoya una dictadura)

Una de las noticias más impactantes y no muy comentadas en los principales focos de información es la actual situación en Birmania, donde la explosión de violencia y represión manifiesta no ha hecho sino comenzar.

Haciendo un breve repaso histórico, vemos que Birmania fue gobernada por militares autoproclamados socialistas desde 1949 hasta el golpe de estado de 1989. En 1990 se celebraron elecciones libres que ganó con holgura la premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi. Sin embargo, la junta militar se negó a reconocer los resultados y Suu Kyi permanece actualmente bajo arresto domiciliario. Comenzó entonces una dictadura que no ha dudado en encarcelar, torturar y asesinar a sus oponentes políticos.

Pero, a mediados del mes de septiembre, tras la subida de los precios de los combustibles y los costes de transporte (más del doble en un país que tiene cantidad de recursos petrolíferos y gaseoductos) ha desatado la revolución pacífica de los monjes budistas.

El régimen militar, ni corto ni perezoso, ha cargado a tiro limpio contra las manifestaciones, ocasionando, por ahora, la desaparición de 3 periodistas y el asesinato de un reportero japonés a sangre fría frente a las cámaras de televisión, el encarcelamiento masivo y genocidio de monjes budistas y la ofuscación informativa en todo el país.

¿Y cómo puede ser que el mundo occidental, referencia de libertad y democracia (entíendase como ironía), que deposita su buen hacer en la ONU, permita esto? Pues porque parece que la única organización que puede cambiar algo en el mundo no es más que un conjunto de Fuerzas opuestas representados en grandes países con capacidad de veto. Esto es tan cierto como que China e India se han opuesto a una resolución en contra de sanciones y otras medidas contra Birmania por la cruel represión que está llevando a cabo impunemente. ¿Y a que no sabéis a donde se dirige el petróleo y el gas que anteriormente hemos comentado? Al primero que conteste correctamente, se lleva un bonito gallifante.

Y es la misma organización que no puede hacer nada contra una invasión ilegal decidida semanas antes por Bush hijo o que no es capaz de hacerle frente a USA contra un embargo arbitrario como el de Cuba, cuyo régimen es menos represor dentro de una dictadura que la efectuada por China (¿y de donde íbamos a sacar la mano de obla balata?). Quizás sea porque ésta última tiene casi 1 billón de dólares en bonos del estado americano, que si vendiera, provocaría el colapso de la economía americana (y mundial).

Es esa misma organización que condena las bombas de racimo (ilegales) o minas antipersonas y sin embargo, no castiga a países como Francia, Alemania o España por producirlas.

En fin, esta es la organización que vela por los derechos humanos, se viva donde se viva. Y pensar que es lo único que nos queda…

Buenas noches, y buena suerte.


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