miércoles, 26 de septiembre de 2007



A la hora de rechazar la adopción por parte de parejas homosexuales, muchos argumentan que si el niño/a crece con dos madres o dos padres pensará que eso es lo normal. Me sorprende. ¿Es que acaso la homosexualidad no es normal? El hecho de que a lo largo de la historia –en nuestra sociedad gracias en gran parte a la labor de la Iglesia católica- se haya perseguido –no sé bien con qué fin, buscando qué beneficios- la homosexualidad, no significa que eso siga valiendo ahora.
Muchas personas creen que pueden opinar al respecto de la intimidad de los demás y, en base a dicha opinión, negarles derechos, haciéndolo, además, desde una cierta superioridad no sé a qué debida.
Creo que hace tiempo que la sociedad se dio cuenta de que la igualdad en cuanto a derechos y deberes es un principio fundamental por el que hay que trabajar. Pero parece que hay gente que todavía no se ha enterado.

Por otra parte, me alegro terriblemente del expediente que se le ha abierto al juez Fernando Ferrín Calamita (por retrasar la adopción de una niña por la cónyuge de su madre), pues es reincidente en dificultar el cumplimento de las leyes, algo sorprendente dado el cargo que ostenta.

[A raíz de “No hace falta ser perito para saber que un niño necesita un padre y una madre”, publicado en El País el 26 de septiembre de 2007]

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un tema muy interesante!!! Muy buena redacción!!! Lío, sigue escribiendo, el blog tiene futuro o al menos tiene buenas intenciones.